La crianza del vino es una de las etapas más fundamentales dentro del proceso de elaboración vinícola, donde el vino evoluciona, adquiriendo características organolépticas únicas que definen su calidad, sabor y longevidad.

Hoy exploramos en profundidad qué es la crianza del vino, los distintos tipos de crianza, los métodos utilizados y los factores que influyen en su resultado final.

¿Qué es la crianza del vino?

Seguramente si eres nuevo en el mundo del vino, te hayas preguntado alguna vez ¿Qué es la crianza del vino?

La crianza del vino es el proceso de envejecimiento controlado que tiene lugar después de la fermentación alcohólica y el descube, donde el vino se somete a diferentes condiciones que modifican su composición química y sensorial.

Este periodo puede realizarse en barricas de diferentes maderas, depósitos de acero inoxidable, ánforas de arcilla o incluso directamente en la botella. 

El objetivo principal de la crianza es mejorar las propiedades organolépticas del vino, aportándole complejidad, aromas secundarios y terciarios, textura y equilibrio. Durante este tiempo, los taninos se suavizan, la acidez se armoniza y los aromas primarios evolucionan hacia notas más sofisticadas.

 

La crianza puede prolongarse desde unos meses hasta varias décadas, dependiendo de la categoría del vino y las intenciones del enólogo.

la crianza de vino

Tipos de crianza en el vino

Dependiendo del producto que se vaya a elaborar hay varias formas de proceder y vamos a encontrar diferentes tipos de crianza del vino.

Crianza en barrica

La crianza en barrica es uno de los métodos más tradicionales y prestigiosos para la maduración del vino. Este proceso consiste en almacenar el vino durante un período prolongado en barricas de madera, generalmente de roble, que aportan compuestos aromáticos, taninos y microoxigenación.

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Tipos de madera usados en la crianza de vino

Uno de los aspectos fundamentales que definen la personalidad y calidad de un vino durante su crianza es el tipo de madera utilizada en la crianza. La madera de roble no solo actúa como contenedor, sino que participa activamente en la evolución organoléptica del vino, aportando aromas, sabores y estructura. 

Existen tres tipos de roble predominantes en la industria vinícola: roble francés, roble americano y roble húngaro (o del este), cada uno con sus propias características que influyen en el resultado final.

Roble Francés

El roble francés es ampliamente considerado como el más elegante y sutil en la crianza del vino. Proviene principalmente de bosques como Allier, Limousin, Tronçais, Nevers y Vosges. Sus principales características son:

Porosidad fina: Permite una microoxigenación lenta y controlada, favoreciendo la evolución progresiva del vino.

Aromas delicados: Aporta notas de vainilla, especias suaves, almendra, avellana y toques balsámicos.

Estructura sedosa: Mejora la textura del vino, dotándolo de mayor suavidad y complejidad.

Este tipo de roble es especialmente utilizado en vinos de alta gama, como los tintos de Burdeos o los blancos de Borgoña, debido a su capacidad para realzar la elegancia sin dominar la expresión frutal.

tipos de crianza de vino

Roble Americano

El roble americano proviene principalmente de los bosques de Missouri, Ohio y Kentucky. Se diferencia por su menor porosidad y mayor contenido de lactonas, lo que lo hace más impactante a nivel aromático. Sus principales aportes son:

Aromas intensos: Destacan notas de coco, vainilla, cacao, tabaco y tostados dulces.

Mayor astringencia: Contribuye a una estructura más robusta, especialmente en vinos tintos.

Oxigenación moderada: Permite una evolución más rápida del vino en comparación con el roble francés.

Este tipo de madera es típico en vinos como los Rioja tradicionales o los tintos de California, donde se busca un perfil más especiado y potente.

tipos de madera usados en la crianza de vino

Roble Húngaro (o del Este)

El roble húngaro, también conocido como roble del este, proviene principalmente de las regiones de Zemplén y los Cárpatos. Su calidad es similar a la del roble francés, aunque con un perfil más accesible económicamente. Sus características son:

Porosidad media: Permite una microoxigenación equilibrada.

Aromas sutiles: Aporta notas de especias dulces, frutos secos y ligeros tostados.

Buena relación calidad precio: Ofrece una alternativa para vinos que buscan complejidad sin disparar los costos de producción.

Este tipo de roble se ha popularizado en los últimos años, especialmente en regiones emergentes como Hungría o algunos vinos del Nuevo Mundo.

tipos de barricas de vino

Duración de la crianza en barrica

Crianza corta: 3 a 6 meses, utilizada para vinos jóvenes con un perfil afrutado.

Crianza media: 6 a 12 meses, ideal para vinos con mayor estructura.

Crianza prolongada: Más de 12 meses, aplicada en vinos de guarda con gran potencial de envejecimiento.

duracion de la crianza de vino en barrica

Crianza del vino en Botella

 La crianza del vino en botella es una fase complementaria que permite afinar los aromas y sabores del vino tras su paso por la barrica o la fermentación. Durante este período, el vino evoluciona en ausencia de oxígeno, lo que favorece la integración de sus componentes y el desarrollo de bouquet.

Características de la crianza en botella

Suaviza los taninos.

Potencia la complejidad aromática.

Permite la aparición de aromas terciarios como cuero, tabaco y frutos secos.

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Duración de la crianza en botella

Vinos Jóvenes: 3 a 6 meses.

Vinos Reserva: 12 a 24 meses.

Vinos Gran Reserva: Más de 24 meses.

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La crianza oxidativa en el vino

La crianza oxidativa es un tipo de envejecimiento del vino que se realiza en contacto directo con el oxígeno, lo que provoca una evolución notable tanto en su sabor como en su estructura y color. 

A diferencia de la crianza reductiva, donde se busca minimizar la exposición al oxígeno para preservar los aromas frescos y frutales, en la crianza oxidativa el oxígeno juega un papel protagonista en la transformación del vino, aportándole complejidad, matices aromáticos y una mayor longevidad.

 

Este tipo de crianza es muy común en vinos generosos, como los vinos de Jerez, el Oporto o ciertos vinos franceses como el Vin Jaune del Jura. También se utiliza en algunos vinos tintos y blancos con carácter añejo, aunque de forma más controlada.

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¿Cómo se realiza la crianza oxidativa?

El proceso de crianza oxidativa se lleva a cabo principalmente en barricas de roble que no se llenan completamente, dejando una cámara de aire en la parte superior del recipiente. Este espacio permite que el vino entre en contacto constante con el oxígeno, provocando una lenta oxidación.

La crianza puede prolongarse durante años, dependiendo del tipo de vino y del resultado final que se desee obtener. Durante este tiempo, el oxígeno desencadena una serie de reacciones químicas que afectan a distintos compuestos del vino, principalmente:

Polifenoles (taninos y antocianos): Se polimerizan, suavizando la astringencia y aportando mayor complejidad.

Aldehídos (como el acetaldehído): Se incrementan, aportando aromas a frutos secos, nueces o manzana oxidada.

Alcoholes y ácidos: Forman ésteres, que añaden aromas balsámicos y toques de caramelo.

como se realiza la crianza oxidativa

La crianza biológica

La crianza biológica se encuentra especialmente en regiones vinícolas como Jerez, Montilla-Moriles o algunas zonas del Jura francés.

¿Qué es la crianza biológica en el vino?

La crianza biológica es un método de envejecimiento que se realiza bajo un velo de levaduras conocido como «velo de flor». Estas levaduras, que se desarrollan de manera espontánea sobre la superficie del vino, forman una capa que lo protege del contacto directo con el oxígeno, permitiendo una evolución muy distinta a la que se produce en la crianza oxidativa.

A diferencia de otros tipos de envejecimiento donde el oxígeno juega un papel protagonista, en la crianza biológica el vino madura en ausencia de oxígeno, lo que preserva su frescura, potencia sus notas aromáticas y modifica profundamente su perfil organoléptico.

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¿Cómo se forma el velo de flor?

El velo de flor es una capa formada por levaduras del género Saccharomyces, especialmente las variedades Saccharomyces cerevisiae y Saccharomyces beticus, que se desarrollan de manera natural en vinos con ciertas características específicas.

La crianza sobre lías

La crianza sobre lías es una técnica enológica que aporta profundidad y riqueza a los vinos, especialmente en blancos y espumosos de alta calidad. Esta práctica consiste en dejar que el vino repose durante un periodo prolongado en contacto con las lías, que son los restos sólidos que quedan tras la fermentación, compuestos principalmente por levaduras muertas, células de bacterias y pequeñas partículas de uva.

¿Qué son las lías y como afectan al vino?

Las lías son un subproducto natural de la fermentación alcohólica. Aunque en principio pueden parecer simplemente desechos, estas partículas desempeñan un papel crucial en la evolución organoléptica del vino. Al descomponerse lentamente (en un proceso conocido como autolisis), las levaduras liberan una serie de compuestos como proteínas, polisacáridos y proteínas que mejoran la textura, el aroma y el sabor del vino.

Los vinos sometidos a crianza sobre lías adquieren:

Mayor volumen y untuosidad en boca: Gracias a las proteínas que se integran en el líquido, el vino gana cuerpo y una textura más cremosa.

Aromas más complejos y elegantes: Se desarrollan notas a pan tostado, brioche, frutos secos o mantequilla, que recuerdan al proceso de fermentación de ciertos vinos espumosos.

Protección antioxidante natural: Las lías ayudan a proteger el vino de la oxidación, lo que permite una evolución más lenta y una mayor longevidad.

Estabilidad natural: Los polisacáridos estabilizan los compuestos fenólicos, mejorando la claridad y reduciendo la necesidad de clarificación artificial.

la crianza sobre lias

Factores que influyen en la crianza del vino

El éxito de la crianza del vino depende de una serie de factores que interactúan entre sí para definir el carácter final del producto.

El tiempo de crianza varía según el tipo de vino y la denominación de origen. Por ejemplo, en España, los vinos con clasificación Crianza, Reserva y Gran Reserva deben cumplir con tiempos mínimos de envejecimiento.

La Crianza exige un mínimo de 2 años, con al menos 6 meses en barrica para tintos.

Los vinos Reserva requieren un mínimo de 3 años, con al menos 1 año en barrica para tintos. 

Los vinos Gran Reserva deben someterse a un envejecimiento mínimo de 5 años, con al menos 2 años en barrica para tintos.

factores que influyen en la crianza del vino

Tipo de barrica

La elección de la barrica es uno de los principales factores que inciden en la crianza del vino, ya que aporta matices aromáticos y favorece la microoxigenación.

Material de la barrica: Las barricas de roble son las más empleadas debido a su porosidad y capacidad para ceder compuestos aromáticos como la vainillina, los taninos y especias.

Grado de tostado: El nivel de tostado del interior de la barrica influye en la intensidad de los aromas transmitidos, desde notas sutiles de vainilla hasta toques ahumados o de cacao.

Edad de la barrica: Las barricas nuevas aportan más aromas y taninos, mientras que las usadas ofrecen una crianza más suave y menos invasiva.

tipo de barrica usada en la crianza de vino

Condiciones ambientales

El entorno en el que se desarrolla la crianza juega un papel fundamental en la evolución del vino.

Temperatura: Idealmente entre 12 y 16 ºC para evitar la oxidación o fermentaciones no deseadas.

Humedad: Entre el 70 % y el 80 % para prevenir la evaporación excesiva y mantener los corchos en buen estado.

Ventilación: Una correcta circulación de aire impide la acumulación de olores no deseados y permite una crianza más equilibrada.

factores que influyen en la crianza del vino

Oxigenación

La micro oxigenación es un proceso clave que tiene lugar a través de la porosidad de la madera o mediante técnicas controladas.

Barricas de roble: Permiten una oxigenación lenta que suaviza los taninos y mejora la estructura del vino.

Depósitos de acero con micro oxigenación controlada: Tecnología moderna que imita la oxigenación de las barricas, preservando la frescura y evitando defectos oxidativos.

como hacer la crianza de un vino

Tipo de recipiente

Además de las barricas, existen otros tipos de recipientes que afectan la crianza.

Depósitos de acero inoxidable: Conservan la pureza de los aromas frutales y minimizan la oxigenación.

Ánforas de barro: Aportan una oxigenación suave y favorecen la expresión varietal.

Huevos de cemento: Permiten una micro oxigenación uniforme sin interferencias aromáticas.

tipo de recipiente para hacer la crianza de un vino

Embotellado y crianza en botella

La crianza en botella se refiere al proceso de maduración que experimenta el vino dentro de la botella, donde se sigue desarrollando en términos de aromas, sabores y estructura.

 Durante este periodo, el vino sigue interactuando con el oxígeno, aunque en una proporción mucho más controlada que durante su crianza en barrica, y es este lento proceso el que permite que el vino se estabilice y se vuelva más complejo con el paso del tiempo.

A diferencia de lo que ocurre en las barricas, donde los taninos y compuestos aromáticos de la madera influyen de manera significativa en el perfil del vino, la crianza en botella permite que el vino se enfoque en sus propios componentes: la fruta, los taninos, los ácidos y las sustancias volátiles, todo ello evolucionando lentamente hacia una armonía que lo distingue.

 

Con el vino embotellado y ya reposado en este recipiente ya está listo para que lo descorchemos y lo bebamos, pero aun asi, hay un par de procesos en la elaboración del vino que van antes de la crianza en botella de los que no hemos hablado todavía, la clarificación y la estabilización.

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